La colección Otoño-Invierno 2019-20 es una oda a la vida nómada, el viaje y el enriquecimiento entre las diversas culturas y modos de vida. La Ruta de la Seda, un camino originariamente de caravanas de camellos que partían desde China para vender seda en Europa, es el corazón de la colección. 

Las formas oversize y orgánicas dan paso a prendas cómodas que no ciñen y permiten la libertad de movimiento, ya que son piezas que deben servir para trabajar y proteger de las inclemencias del tiempo.

Predominan los tejidos de composición natural, como lana, mohair, alpaca, algodón y seda, que contrastan con el uso de tejidos técnicos para prendas exteriores. Una combinación que representa la dualidad entre la tradición y la modernidad.

También toman protagonismo los plisados, que evocan las cúpulas de la arquitectura arábiga y que en estamparse forman un efecto quebradizo. El estampado es un recurso muy presente como elemento de decoración y se aplica creando una celosía de claros / oscuros.

La carta de color se acerca al nomadismo y es rigurosa con las tonalidades. Predominan el negro, gris, tierra y caqui.