Mar de Aral | AW20-21

Esta colección es una reflexión y denuncia de la huella del ser humano en nuestro ecosistema. Un ecosistema enfermo por la sobreproducción y la explotación despiadada de los recursos naturales y humanos y en que la industria de la moda tiene una responsabilidad importante. El punto de partida es uno de los desastres ecológicos más dramáticos originados por el hombre: la desaparición del mar de Aral.

En 1960, Mar de Aral era el cuarto lago más grande del mundo, pero los proyectos de la URSS de canalización de agua en las áridas llanuras de Kazajistán, Uzbekistán y Turkmenistán para la creación de regadíos y extensos campos de algodón convirtieron un lago próspero en un desierto de sal y sustancias tóxicas. El volumen del mar se ha reducido en más de un 80% y ha dejado atrás un cementerio de barcos oxidados en la arena salinizada y graves consecuencias en la salud de la población de la región.

El desierto de sal en que se ha convertido el mar de Aral y la oxidación de las embarcaciones abandonadas son la fuente de inspiración en esta colección.

La fusión del hierro con la arena del desierto se trabaja con texturas muy diferentes entre ellas pero que se encuentran mediante técnicas artesanales.

El patronaje se trabaja a partir de piezas geométricas que sutilmente se redondean y se convierten en piezas amplias, cómodas, y aptas para trabajar. La combinación de materias en una sola pieza simboliza la fusión y la simbiosis entre elementos.

El diálogo entre las materias y la experimentación en texturas se convierte en uno de los ejes principales de la colección, que junto con los materiales nobles crean paisajes y fusionan conceptos. Se trabaja la técnica de la cestería, el macramé, el punto de media y el bordado. La cinteria y la hilatura tienen un papel relevante para trabajar estas técnicas.

El estampado se inspira en dibujos de Asia central y parte de un zoom de un elemento iconográfico y se estampa en cobre mediante la técnica de la serigrafía.

Los tejidos naturales como el algodón, la seda, el mohair, el cachemir y la lana son los protagonistas de la colección. La elección de los tejidos nobles ha sido una decisión tomada con mucho cuidado y conciencia medioambiental.

Los colores nos trasladan en el desierto de Aral y se trabajan las tonalidades anaranjadas de camel, marrón y cobre.

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