14 noviembre 2017

Cada nueva temporada es una oportunidad para la experimentación, para explorar caminos creativos que permitan plasmar el universo inspirativo en la colección.

En la Ruta de los Balcanes se buscaban formas orgánicas, líneas redondeadas que permitieran crear fusiones sutiles entre piezas y tejidos. Para conseguir emular los paisajes y caminos que se querían transmitir, la investigación con el fieltro de lana fue una pieza clave.

A lo largo de la colección la materia por sí misma -con la técnica de fieltrar- da paso a un paisaje, se fusiona al igual que lo hace la naturaleza y se crean nuevos tejidos. Es un hilo conductor de la colección, presente tanto en los complementos como en algunas de las piezas principales.

Fabricar fieltro es un arte milenario, y sólo se consigue cuando, aunque sea en pequeña medida, hay una proporción de lana. La tendencia natural de la lana es enredarse cuando está expuesta al calor, la humedad y la presión. El fieltro de lana es el resultado de este proceso natural.

Combinando diferentes tejidos y tonalidades, fieltrar es un proceso que permite crear piezas únicas, sugerentes y singulares, donde delicadeza y fuerza conviven con naturalidad.